Norteamérica: nueva geopolítica y geoeconomía. La ecuación china
DOI:
https://doi.org/10.59673/amag.v2i2.65Palabras clave:
Geopolítica, geoeconomía, libre comercio, mercado internacional, poder, choque de civilizaciones, superpotenciaResumen
Las relaciones de China con América del Norte son tanto competitivas como conflictivas, pero predominan los compromisos y acuerdos internacionales. El propósito de este artículo es analizar la emergencia de China en su nuevo rol global en los reequilibrios entre las potencias a través de su creciente influencia económica, comercial política y geopolítica. En 1980, el peso de la economía de China en la generación del Producto Interno Bruto (PIB) Mundial era del 3.4%. En el año 2005, alcanzó el 15%. Según el Fondo Monetario Internacional, en 2022, la economía China representó casi un 19% del PIB mundial, tomando como indicador la paridad de poder adquisitivo (PPA). Gracias a ello, se posiciona después de Estados Unidos como la segunda economía del mundo. Así, se construye una interdependencia entre Estados Unidos y China que es imposible desmantelar sin consecuencias graves para los equilibrios globales de poder en el mundo. Esto ha tenido un impacto directo en las relaciones de Estados Unidos con México y Canadá. Por ejemplo, se volvió a negociar el tratado trilateral TLCAN durante 20107 y 2018. Y en noviembre de 2018 se firmó el Tratado México, Estados Unidos, Canadá (TMEC). Durante los 23 primeros años del siglo XXI, el crecimiento de China ha influido y afectado a todos los bloques económicos y geopolíticos del planeta, pero principalmente a América del Norte. Esto abrió el dilema de la interdependencia entre las superpotencias: son rivales en lo geopolítico, pero incrementan sus relaciones en lo económico, comercial e inversiones. Así, el comercio hace a los países vulnerables al devenir del mercado internacional, fuera de control de los Estados, transformando la relación de poder entre los países.